Jazz & Cómic: Frank Sinatra

 



Mucho se habla de Frank Sinatra y parece que, a medida que pasan las décadas de su muerte, de una manera más desafortunada y menos acertada. No abandoné mi blog sobre Frank Sinatra (https://francescoalbertosinatra.blogspot.com/?m=1) de una manera deliberada sino por un error común en mi vida: olvidar las contraseñas y no haberlas apuntado. Me preceden teléfonos móviles destrozados contra el suelo, ordenadores portátiles extraviados, quemados, ocupados hasta su inoperancia y por tanto, he perdido también mucha información y hasta un libro completo dedicado a Frank Sinatra que no sé si algún día volveré a escribir. Sin embargo, la cantidad de tonterías que uno tiene que leer y escuchar sobre uno de sus cantantes y artistas favoritos es tal que la sociedad, cada día de manera más acuciante, me obliga a volver sobre Sinatra. No puedo volver al blog por la peregrina razón que he explicado anteriormente pero sí voy a volver a escribir sobre el amigo Frank, aunque solo sea por hacer justicia. Lo haré en este espacio que tenía también olvidado y que desde ahora reactivo. No es una amenaza o sí... En definitiva, es un propósito de año nuevo.

¿Cómo dices? ¿Vas a volver a hablar de mí?

Pues sí, Frank. Las últimas veces que me he cruzado con coetáneos de mi misma especie te han puesto de padrino para arriba como si hubieras sido tú el inventor de la mafia, la figura criminal más buscada de Estados Unidos y como si hubieras tenido tratos hasta con el capito este llamado Escobar que ya le hubiera gustado a él llegarte a la suela del zapato. También hay quien se aventura a afirmar que tuviste algo que ver en el asesinato de tu colega JFK o en la misteriosa muerte de Marilyn Monroe a la que tú y yo sabemos que amaste hasta tal punto que rechazaste su propuesta matrimonial pues no te considerabas preparado para ayudarla. 


Pero en fin, como he dicho anteriormente, existe mucho error cuando se habla de la vida e incluso de la obra de Frank Sinatra y hoy traigo al blog un modesto ejemplo de cómo no se debería abordar figura de tal magnitud. Hace unos años, no recuerdo bien si era con el periódico El País o con ABC se empezaron a regalar o promocionar unos cómics sobre figuras del jazz y estos libros se entregaban a los lectores con cd. Estaban editados por Nobel Musical y conservo grato recuerdo, por ejemplo, del que se editó para abordar la figura de Nat King Cole y también el de Ella Fitzgerald. Pero hace un tiempo llegó a mis manos el ejemplar que abordaba la figura de Frank Sinatra y que está firmado por Pedro Zamith. 



En realidad una persona que no conozca nada sobre el cantante puede encontrar interesante el contenido del cómic e incluso divertido. Pero existen varias incongruencias en él que me gustaría destacar. Aunque no hay ninguna guía ni marca temporal, se supone que el cómic se sitúa en los primeros años de la carrera de Frank Sinatra (década de los cuarenta) ya que aparecen personas que corren por la calle para encender la radio y escuchar en primicia una actuación suya en un famoso local neoyorkino. Además en la página 13 se desvela esta frase: "Acaban de escuchar en directo desde la sala de baile del N.Y. Hotel al joven ¡Frank Sinatra!". El joven Frank Sinatra o el que entendemos como tal, sería el que grabó con la orquesta de Harry James y posteriormente con Tommy Dorsey e incluso la época de Columbia. Esto quiere decir, década de los cuarenta y comienzo de los cincuenta. Pues bien, en la página anterior justo aparece una imagen de lo que parece ser esta actuación con la caricatura de Frank Sinatra (más que desafortunada) cantando "Theme from New York, New York", canción que el cantante grabó en 1979 para el álbum "Trilogy" de 1980. Además no nos consta actuación de Frank Sinatra en el "Hotel Nueva York" como tal. En hoteles de Nueva York, sí. En numerosos de ellos pero con ese nombre...poco probable. Es como decir: "Manolo Escobar en directo en Madrid desde el Hotel Madrid".




Otra cosa es el atuendo de Frank que tampoco corresponde a la época. Comienzo este artículo con unas fotografías de mediados de la década de los cincuenta en las que Frank Sinatra está grabando con Capitol Records. A esta etapa sí correspondería este atuendo y estilo que se muestra en más viñetas. Por lo demás, muy desafortunado el dibujante porque cualquier parecido entre estos dibujos y Sinatra es pura utopía. Más incongruencias temporales encontramos en otras viñetas como en una en que aparece Frank caminando por la calle y tarareando "I've got you under my skins" otro tema que grabó posteriormente a la época que representa el cómic. Volviendo al aspecto que debería haber tenido el cantante en este cómic sería más parecido a este:


Por último, la historia que narra el cómic, si se le puede llamar historia, es un espacio desperdiciado pues estamos hablando de dieciocho páginas dedicadas a un icono del siglo XX, uno de los personajes más influyentes y fundamentales de la música y del cine cuya azarosa vida contuvo suficientes jugosas anécdotas como para no dedicar aquí espacio a ninguna de ellas. El relato que intenta contar este cómic es que, en realidad, la tierra prometida que fue Estados Unidos para muchos emigrantes, el país de las esperanzas, de las oportunidades y de los sueños cumplidos es, definitivamente, una patraña. Condición que es difícil de sostener cuando tu protagonista es un italoamericano cuya familia prosperó al dejar Italia y comenzar una nueva vida en América. En este punto aparece un joven que, mientras camina por la calle, se tropieza con Frank Sinatra. Parece un chico afroamericano aunque, la verdad, su cara y su aspecto, está vez sí, recuerda a un Frank Sinatra más joven:





El cómic termina con el mismo personaje anónimo que, en esta ocasión, recibe un pisotón de Frank Sinatra mientras canta por la calle "New York, New York" y él responde, parafraseando la letra de la canción "I want to be a part of It" como si el cantante sí perteneciera a ese predilecto y selecto grupo de personas que convirtieron en realidad el sueño americano. Y así fue, efectivamente, pues estoy seguro que si hablamos de Sinatra, hablamos de una vida plena pero es necesario recordar que los destellos de los focos en el escenario reflejando sobre su micrófono de oro macizo son precedidos por el charco de las calles todavía sin asfaltar de su infancia en la pequeña Italia, en el barrio de Hoboken; una infancia dura, con una madre autoritaria y un padre que regentaba un bar donde se servía alcohol de contrabando en plena prohibición. En aquellos días de Ley Seca y pantalones remendados el pequeño Frank ya comenzó a cantar, por un puñado de monedas, en la barra de aquel bar familiar que su padre había bautizado con un apellido irlandés, por aquello se que los italianos todavía eran despreciados en aquella retrógrada sociedad. Porque Frank Sinatra también vivió en sus carnes el desprecio por raza o religión. Quizá por ello fue un defensor a ultranza de los derechos de los afroamericanos, enfrentándose por ello a buena parte de la sociedad que le tocó vivir. Pero está ya es otra historia, un interesante hilo del que tirar si, por ejemplo, se quiere publicar un cómic sobre Frank Sinatra. 




El cómic se completa con unas breves pinceladas biográficas clasificadas por años significativos en la carrera del cantante. También podemos encontrar algún error aquí. Se dice, por ejemplo, que en 1956 conoce a Grace Kelly, Bing Crosby y Louis Armstrong cuando rueda la película "Alta sociedad". En realidad con Bing Crosby ya había actuado en numerosas ocasiones desde la década de los cuarenta y también lo había hecho con Louis Armstrong. También se dice que se retiró entre 1971 y 1973 pero en realidad, Sinatra se retiró tres veces a lo largo de su carrera. Finalizada esta brevísima biografía, se recomiendan algunos libros sobre Sinatra obviando el más fundamental que se ha escrito: "Sinatra, the legend" de J. Randy Taraborrelli. Y terminamos el cómic con dos CDs que supone lo mejor de este trabajo. Desde luego no sé incluyen las mejores grabaciones del cantante pero sí una selección interesante y poco corriente que se limita, eso sí, a la etapa Columbia y al Sinatra más joven, es decir, a los últimos años cuarenta y primeros 50. Pero verdaderamente encontramos clasicazos imperdibles como "Blue skies", "Begin the beguine", "My blue Heaven", "It's only a paper Moon" o "Night and day". Como siempre solía hacer en el blog anterior, me despediré con una canción, precisamente, de esta época. Es 1951 y Frank Sinatra interpreta "For you": https://youtu.be/QmRuSb-E6Ek?si=Y7XjVd0c-UvdAlii



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